Esta misma semana nos hemos hecho eco de la situación de falta de mantenimiento en las instalaciones de la piscina cubierta de nuestra población.
La falta de reposición de las piezas de gres rotas que recubren las paredes y fondo de la piscina, han ocasionado una herida en la pierna a una niña, teniendo que acudir al Centro de Salud para que fuese suturada.
En lo que respecta al resto de las instalaciones y servicios, cabe destacar que los chorros de agua para masaje de la espalda no funcionaban, el agua de la piscina estaba fría, en los vestuarios se observaba falta de limpieza y la mayoría de las taquillas fuera de uso.
Aunque la piscina se gestione de forma indirecta, en este caso por concesión [gestión privada], no hay que olvidar que es municipal y, por tanto, es el Ayuntamiento responsable último, pudiendo responder de forma subsidiaria a los daños y molestias producidos por la falta de mantenimiento.
El Ayuntamiento debería tomar las medidas necesarias, pedir explicaciones a la empresa concesionaria y solicitar asimismo, que responda de daños y perjuicios, que no todo está en la explotación, también hay que mantener las instalaciones y dar un buen servicio.
No puede permitirse que los precios públicos se incrementen a los usuarios y las instalaciones carezcan del mantenimiento indispensable.
Para concluir nos hacemos la siguiente pregunta: ¿Si resulta que este verano no cierran las instalaciones de la piscina, cuándo y cómo se podrá poner remedio a este situación?
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